Reto del módulo 2
Ana María de Soto, la primera mujer de la Infantería de Marina Española
Me gustaría destacar la figura de Ana María de Soto, una mujer cordobesa que, exponiéndose ante los peligros de la época, fue capaz de adentrarse en un ámbito estrictamente restringido a los hombres, demostrando así su valentía y su valía como mujer dentro el ejército español.
Ana María de Soto nació en Aguilar de la Frontera, un pueblo de la provincia de Córdoba, allá por el año 1.775. A sus 18 años, Ana María de Soto decidió alistarse en la 6ª Compañía del 11º Batallón de Marina, bajo el nombre de su hermano Antonio María de Soto, ya que estaba terminantemente prohibido que las mujeres estuviesen alistadas al ejército. Como hitos destacados, cabe señalar que Ana María de Soto participó en enfrentamientos tales como el ataque a Bañuls o la Batalla del Cabo de San Vicente, durante los 6 años en los que estuvo sirviendo al ejército español. Entre sus funciones, el puesto de Ana María de Soto exigía manejar la munición, la pólvora, las granadas y un gran dominio de armas. El punto final a esta historia ocurrió cuando, tras pasar una enfermedad, Ana María de Soto fue sometida a un reconocimiento médico, donde se descubrió que realmente era una mujer, y había estado prestando sus servicios militares bajo un nombre masculino. A pesar de ello, el rey Carlos IV, al enterarse del caso, le concedió ese mismo año sueldo y grado de sargento por la heroicidad demostrada y su acrisolada conducta, para que pudiera atender a sus padres.
El caso de Ana María de Soto me parece muy interesante, ya que puso en valor su vida por alistarse al ejército y ayudar a combatir en distintos enfrentamientos, conocedora de que era un riesgo muy grande el que corría si alguien se enteraba de que era mujer. Ana María de Soto es un gran ejemplo de cómo las mujeres han sido reprimidas en una gran diversidad de ámbitos, siendo el laboral uno muy destacado. Representa una gran imagen de cómo la mujer puede prestar los mismos servicios y labores que un hombre, siendo la distinción entre géneros en el ámbito laboral, un obstáculo más que contribuye a la desigualdad entre mujeres y hombres. Por tanto, resaltar su figura es clave para entender también la sociedad actual en la que vivimos y cómo la lucha, valentía y fortaleza de las mujeres a lo largo de la historia, ha permitido que poco a poco se construya una sociedad más igualitaria. Así mismo, me gustaría poner en valor todas las personas que han contribuido con su granito de arena a que la igualdad entre mujeres y hombres sea un hecho real y palpable en la sociedad actual. Esto requiere un mayor reconocimiento y puesta en valor de figuras femeninas, como Ana María de Soto, resaltando que la historia contiene figuras humanas destacadas, incluyendo mujeres y no solo hombres, como se ha ido transmitiendo desde que éramos pequeños, donde costaba poder visualizar a una figura femenina en un libro de historia, matemáticas, literatura, etc.
A modo de conclusión, me gustaría destacar que ha llegado el momento de alzar las figuras femeninas, de manera que tengan el mismo impacto y repercusión que las figuras masculinas, y no queden relegadas a un segundo plano como se ha estado haciendo hasta ahora. Es importante que los niños y niñas y todas las personas sean conscientes de que hay muchas personas que han sido olvidadas y, mayormente, han sido mujeres las víctimas de esta situación. Esto no consiste en resaltar un género sobre otro o considerar que uno es mejor o superior a otro, consiste en reconocer y valorar a las personas como se merecen, independientemente de su género y condición.
Espero que os haya gustado la historia de Ana María de Soto y espero que todos y todas las participantes saquen a la luz a mujeres que han contribuido de alguna manera a conseguir una mayor igualdad en la sociedad y que, al menos, estén presentes o sean conocidos por todos.
Fuentes de la información consultada:
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